10/3/16

Estudiar en el extranjero

Hace siete meses inició uno de los experimentos que, luego de mi operación del apéndice, mis pocas novias y la caída de la bicicleta, sin duda también va a marcar el resto de mi existencia por los siguientes años. Las cosas se dieron para que venga a estudiar una maestría en la ciudad de México, aunque  mi plan inicial no se encontraba en esta ciudad, es un proyecto que lo estaba anhelando con mucha fe y dedicación, y las cosas se fueron dando.

Una vez aquí todas esas ganas con el día a día se vuelven cuestionamientos y hasta muchas veces dudas. Es un esfuerzo muy fuerte que durante ese anhelo no lo tenía contemplado, porque la realidad es distinta y las expectativas cambian con ella. En todo caso, soy muy afortunado de estar aquí porque me ha hecho ver el mundo y porque me ha mostrado otras familias. El objetivo entonces de escribir esta bitácora tiene la pretensión de que le sirva a alguien que inicie un camino igual o que está pensando en la misma locura.

1. Uno no solamente viene a estudiar, es decir, tomar una clase y asistir a la Universidad; mi programa, por ejemplo, solamente me exige ir dos días a la semana, por lo que el resto del tiempo lo tienes para lo que consideres prudente: dormir, viajar, estudiar, hacer trámites, comprar, perderte, caminar, etc, etc.

2. A medida que vas creciendo vas adquiriendo información y criterio, por lo que pasar tu tiempo como estudiante en vez de ejercer una profesión también te puede pasar por la cabeza. ¿Si hago dos años de maestría y tres de doctorado, a qué hora voy a generar y producir yo? Te sigues viendo como estudiante, llevas una mochila, un cuaderno y la compu,  te sientas en una clase a escuchar al profesor; si tienes suerte tus compañeros, que ya pasan todos de 30, son buena onda y se organizan buenas salidas o quien sabe te sale una linda compañera. Tener tus años y seguir viviendo como estudiante tiene sus sinsabores, a mi misma edad mis amigos tienen carro, un buen trabajo y algunos ya viven aparte con sus esposas. El estudiante en el extranjero vive como la clase media baja: se moviliza en tren o metro, vive austero, comparte casa,  sin lujos porque sus ingresos son bajos y además a todos nos nace un sentido del ahorro, especialmente para viajar en vacaciones.
 
3. La vida tiene sus altibajos, hay días que son perfectos y ni siquiera te diste cuenta que fueron así, hasta cuando tienes días pésimos y ahí si empieza el calvario. Los días malos como estudiante en el extranjero pueden ser a) que te pierdas b) que te enfermes c) que no tengas una buena convivencia donde vives d) que pierdas algún documento importante e) que empieces a sentir nostalgia f) que el país donde estas no tiene el clima al que estás acostumbrado g) que te sientas solo/a h) haber recibo una mala noticia de tu familia o de alguien de tus amigos i) que no tengas suficientes recursos.

Como te habrás dado cuenta, ninguna de estas situaciones tienen que ver con tus estudios, más bien son cosas ordinarias que pueden pasar en cualquier rato, es más, ir a la universidad será algo muy motivador, es tu obligación y principal actividad, por lo que será lo que más disfrutes, pero para lograr aquello, tienes que tener en cuenta una lista de inconvenientes que bien pueden amargarte la estadía.

4. Así que uno no solamente viene a estudiar, lo importante es, como me dijo mi pana el día antes de mi despedida, tener tu objetivo muy presente, y luego mi doctora me dijo, descubre porqué la vida te trajo hasta aquí y disfruta y aprovecha de lo que ofrece esta ciudad, de alguna manera eres privilegiado.

5. Así que días malos hay muchos, podrás sentir un sinnúmero de emociones que cada vez te hacen preguntar sobre el sacrificio de haber venido acá, ahora no tengo respuesta, , solamente lo que decía Juliana de Norchwich : y todo acabará bien y cualquiera que sean las cosas, todo acabará bien.   

No hay comentarios: